Pierde cuidado: afuera no hay ningún incendio.
Vuelve a la silla.
No hay nada que ver tras la ventana,
mira al frente,
no te compliques la vida,
tiempo-al-tiempo,
no quieras ir demasiado lejos.
Es mejor que estés callado:
ni se te ocurra hacer preguntas tontas.
Lo importante es lo importante,
porque lo digo yo
… y punto.
Atente al libro y atiende,
cíñete a las explicaciones del profesor,
no hagas planes para esta tarde,
no te distraigas de tu destino
con amores o literatura.
Ponte en tu sitio,
siéntate bien,
pide permiso…
Sé agradecido.
Métete la camiseta por dentro
y súbete los pantalones.
No te pintes en la mano
ni en la cara.
Piensa antes de hablar,
pero P-I-E-N-S-A B-I-E-N.
Escribe recto,
no subrayes todo,
no uses tantos colores:
“Su cuaderno parece una fiesta de disfraces”.
Jamás olvides poner tu nombre en la primera página,
cuida esa letra…
Sé ordenado.
La vida es así,
repite conmigo:
en mi casa hago lo que quiero
pero aquí …
ca-lla-di-to-y-en-si-len-cio.
Acostúmbrate a mirarme
cuando te hablo:
desentiéndete de-los-de-al-lado.
Deja una página en blanco antes de empezar un tema nuevo.
Nunca escribas nada sin poner antes el título y la fecha.
Es estupendo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Marta 😉 Va un abrazo.
Me gustaMe gusta