Allí donde no llegan las palabras,
donde besas mi frente cuando enfermo
y me echas una manta por encima
si me quedo dormido en el sofá.
Allí donde lamemos las heridas con silencios,
curamos las derrotas con miradas
y nos leemos el cuerpo con las yemas de los dedos.
Allí donde estiramos los recuerdos
para descolgarnos por el mundo,
y conjuramos el miedo con abrazos
e infusiones de manzanilla.
Allí quiero dormir a diario
a pierna suelta,
a oreja planchada,
a pedir de boca
y de manos.
Todos los versos consiguen darle no solo un tema intimo si no que hasta las palabras suenan a intimo. Que placentero leerte.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mil gracias… 😄
Me gustaLe gusta a 1 persona
No quiero meterme donde no me llaman, pero pienso que deberías regalarnos más cosas de estas. Muy like. Envuelves.
Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Ya me gustaría a mí envolver!
Va un abrazo, 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona